Cronicas de un Emigrante II
todo esto lo curaron , con los remedios
que le suministró el capitán y unas buenas
copas de coñac francés entre pastilla y pasilla,, pero no podían dejar de
trabajar, aun con fiebre, las 6 de la madrugada era la hora de toque diana, y
así hasta que peinaba el día, como ellos decían, y salían un rato a la cubierta
a fregarla. De comida, pescado, de todo tipo, salazones, frito, cocido ,tocino, con
garbanzos , arroz o lentejas vino de
jerez, los primeros días ,luego cuando se terminaba un vino peleón y para el desayuno, pan ,tocino o queso y así día si y
día también, llegaron a acostumbrárselos dos no pesaban mas de 50 kg cada uno y
con uno cincuenta y tantos de estatura, pasaban como ellos decían, mas hambre
que jeremías. Pasaron un mes y medio en alta mar, hasta que avistaron tierra, era
Puerto Rico, ahí dejaron carga , recogieron otra carga y siguieron la marcha,
esta vez ,hacia Puerto Príncipe, allí vieron la miseria y hambruna en su estado puro, preguntándose ,hacia
dónde iban, si habían partido de un sitio donde pasaban las escarlatinas, habían
llegado a unos lugares desconocidos , donde habían visto, a personas de tez
oscura, que habían visto muy pocas veces., en cada lugar, era un día y medio a
lo sumo, para parar ,descargar y
repostar o arreglar alguna avería del barco, seguían con el mismo patrón , un
ingles que capitaneaba un barco mercante con bandera panameña, no recuerdan el
nombre , pero si, el nombre de aquel viejo gruñón , al que llamaban todos capitán
Miller………………….
jmgs
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